Diario reflexivo 3
LOS SENTIDOS, SUS CARACTERÍSTICAS Y LA INFLUENCIA EN LA PANDEMIA
En dicho reporte haré una reflexión sobre un tema que pocas veces me he preguntado y es bastante interesante: cómo captamos la información del exterior. Este es un proceso que tenemos automatizados desde pequeños, por eso pasa tan desapercibido. La información se capta a través de los sentidos.
En la siguiente tabla podemos ver el porcentaje de información que captamos a través de los distintos sentidos. En ella se aprecia claramente que la mayoría de información que captamos es a través de la vista. Los sigue el sentido del oído y después el del olfato. Por último, los sentidos que retienen menos información sube el tacto y el gusto.
La vista es el sentido que nos permite ver, observar el entorno. A través del ojo nos llegan la mayoría de inputs que percibimos. Observamos objetos para poder distinguirlos sin necesidad de tocarlos, olerlos o escucharlos. Nos permite leer y a su vez escribir, saber por donde caminar o conducir, no chocarnos, etc.
El oído nos permite escuchar el entorno, saber por dónde vienen los sonidos, captar información oral.
El olfato, mediante la nariz, hace que percibamos los olores que hay a nuestro alrededor. A través de este sentido, y junto al gusto, vamos amoldando nuestros gustos y preferencias, nuestros olores de colonia o de comida favoritos, etc.
Mediante el tacto las personas también pueden recibir información. Tocando un objeto se puede recibir mucha información acerca de este: su tamaño, su forma, su peso, de qué este hecho, etc.
Una reflexión que me ha surgido sobre este sentido y que no me había cuestionado mucho es la importancia que tiene entre las personas. Durante esta pandemia, con el uso de mascarillas, las restricciones de grupos reducidos o la distancia de 1’5 metros, hemos visto que esta ausencia de contacto hacía todo mucho más frío. Nuestra cultura es muy cálida, de darnos besos y abrazos, de fácil contacto, y desde que apareció este virus hemos visto como estos elementos se paralizaban, lo que nos hacía que estuviésemos todos más distantes entre nosotros.
Por último, el sentido del gusto es el menos utilizado por los seres humanos. Las papilas gustativas nos proporcionan información acerca de si lo que estamos tomando nos gusta o no, tiene un sabor agradable o no...
La mala fortuna de nacer sin uno de estos sentidos o perderlo progresivamente le ocurre a millones de personas en nuestro planeta, y algo en lo que concuerdan la mayoría de ellos es que, con el paso del tiempo, potencian otros sentidos mucho más que las personas que los tenemos todos.
Por ejemplo, las personas ciegas desarrollan el sentido del oído a niveles bastante más altos que el resto de gente. Esto se debe a que, al carecer de un sentido no pueden recurrir por esa vía a según que cosas, por lo que tienen que buscar un camino alternativo para poder solventar el problema (mientras que las personas con todos los sentidos cuando vemos un tren ya sabemos lo que es, una persona ciega tendría que fijarse en el sonido que este produce para poder identificarlo).
Otro caso que se me viene a la mente pasada esta pandemia es la inmensidad de casos de pérdidas de olfato y gusto que ha producido el covid 19. Para algunas personas fue temporal pero para otras es una secuela que queda para toda la vida.
En mi caso, cuando padecí esta gripe estuve sin gusto ni olfato una semana, y esto hacía que alterase mi realidad de una forma curiosa, pudiendo comer cualquier cosa (incluso comida que no me gustaba) ya que al final todo me sabía igual.
Bibliografía
Maíllo Cascón, F. (2022) “Lectura de la imagen”. Expresión Plástica en Educación Primaria.
Villalonga, C. (2015, 31 octubre). Si perdemos un sentido, ¿potenciamos los demás? La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/vida/20151031/54437573272/sentidos-cerebro.html
Plusesmas.com. (2015, 3 febrero). ¿Qué ocurre con las personas a las que le falta un sentido? https://www.plusesmas.com/salud/memoria_y_sentidos/que_ocurre_con_las_personas_a_las_que_le_falta_un_sentido/507.html
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